sábado, 3 de diciembre de 2011

PESADILLA


La niebla me agarro la mano, sumida
en un manto blanco y frío que me empujaba
los huesos hacía el fondo de un camino,
 él que nunca había visto en mis sueños
ni mis ojos conocían por remotos.

El sudor se quedó en mi frente helado
como un reguero de sangre cautiva,
un silencio cobarde tañía un grito sordo
al fondo de un traicionero túnel escondido.

Mis piernas se encogieron soportando
el horror de un miedo incomprendido que,
sorprendido en un suspiro congelo el vaho
exhalado por una boca callada, mutilada
de palabras que un día te llamaron jubilosas.

De un sueño vino la pesadilla extraña
que arrancarme de tu cálido cuerpo pretendía,
separarnos en medio de una noche blanca,
 dejarnos ocultos a la luz de nuestros besos.

Una mano suave rozo mi pecho agitado
abrazando mi tembloroso cuerpo,
una caricia de infinito amor dormido
que me hizo despertar para amanecer contigo.

Juan Antonio Sánchez Campos
de “El Tintero Lleno”
Agosto/2011


No hay comentarios:

Publicar un comentario