NAVIDAD
Grandes luces se encendieron,
árboles secos nacieron transformados,
sin hojas, sólo bolas y guirnaldas
con troncos encantados de luces y color,
sonrió momentánea la vida
y el viejo año, comenzó a expirar.
Los niños pegaban su nariz
en los iluminados escaparates
dejando al respirar, amplias sonrisas
dibujadas de ilusión, señales
incontestables de alegres deseos.
Las mesas se quedaron pequeñas,
no había sillas o butacas suficientes,
el comedor quedose menguado
y la casa recortó su espacio,
todo era gozo, paz, esperanza.
Las preocupaciones, perdieron
su puesto, desaparecieron quedando
olvidadas, todos se conocían
jubilosos y se abrazaban.
Las bolas del collar de la abuela
eran más brillantes que las uvas
de la paz, del solidario deseo,
el villancico el idioma universal
con el que había llegado de nuevo,
la añorada y esperada Navidad.
Juan Antonio Sánchez Campos
Navidad/2004
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