sábado, 29 de septiembre de 2012

Artículo de opinión

EL PREMIO GORDO DE RAJOY

Las ayudas a los bancos traerán consigo -más temprano que tarde- un rescate en toda regla de los “socios europeos”, lo que sin duda repercutirá de forma notable en la deuda que mantendrá España a las órdenes del CE durante mucho tiempo. El caos social al que nos encaminamos con toda esta descabellada forma de “buscar el crecimiento y generar empleo” del Gobierno de Mariano Rajoy, solo demuestra una incompetencia de nuestra clase política, obsesionada más por quedar bien ante los que se frotan las manos con los intereses de la deuda, que en una ciudadanía relegada a segundo plano con sus acciones.
Cuando la esperanza de lograr una calidad de vida y un bienestar social se buscaba en un “pellizco” afortunado de la Lotería Nacional, vienen a destruir la ilusión que generaba esa exigua probabilidad. Es normal tener que pagar por un premio “considerable” los impuestos que se determinen para ello en las leyes, pero sin duda, es realmente improcedente, insolidario y a todas luces desproporcionado, obligar a abonar una quinta parte del premio si esté es inferior a los 2500€ marcados por el Gobierno ¿También Sr. Rajoy quiere usted ser el mandatario que controle la suerte? Aunque para suerte la del último acertante del sorteo euro millonario, que por unas horas se ha librado del impuesto, ojalá una parte del mismo sirva para crear puestos de trabajo, sin necesidad de invertir el 20% o sí, como crea conveniente.
Más nos vale ir abasteciendo nuestras despensas con productos convenientes y el premio de la lotería será que no se rompa la lavadora. Se nos van los días y no decrece el número de desempleados, mientras el Gobierno persiste en su postura  aceptando obediente cuantas imposiciones se le exijan desde el CE y el BCE, sin tener en cuenta que las luces del desespero se van apagando con la subida de los impuestos.
Es notorio que la clase política actual, la mayor parte con sus ideologías pasadas de moda, se nos ha quedado vieja, senil ante los problemas de una sociedad moderna que se inquieta en la dejadez de los que no atienden sus demandas por ignorancia. La profesionalidad de los políticos está llamando a la puerta, como trabajadores a sueldo impuesto por la ciudadanía y no a los que bajan e incluso anulan el sueldo de la misma para aumentar sus aspiraciones; encubriéndose en la mayoría –mucha de ella engañada por sus falsas promesas- para sacar adelante cuantos procederes estimen oportunos.
La impunidad legal en la que se mueven nuestros políticos es demasiado dolosa para la sociedad que representan, haciendo de la misma razón de fe para no cejar en sus devaneos impositivos. Los ciudadanos están desnudos ante los sacrificas continuos a que son sometidos por parte de un Gobierno que mantiene por encima de cualquier otra cosa, la espalda en Bruselas y la vista en sus punteras.


martes, 25 de septiembre de 2012

Artículo de opinión



DEL MODELO ACTUAL AL MODELO IDEAL

El despropósito está servido en bandeja. Han bastado unos días de especulación constante tras la movilización independista en Cataluña, alentada por las declaraciones de su máximo exponente político en esa comunidad autónoma, el Sr. Arthur Mas, para reinvertir pasados.
A la espera de una reacción inmediata de los mandos del ejercito, que desautorice lo dicho por algunos miembros de una de sus asociaciones de jubilados y personal de reserva, las palabras pronunciadas sobre el legitimo derecho de los españoles a la libertad de expresión de su ideología, han demostrado una vez más que, aun viviendo en una sociedad democrática, algunos todavía siguen manteniendo unos ideales que asemejan demasiado a una dictadura.
Un tema tan delicado como es la independencia, no puede ser tratado a la ligera de una forma tan ignominiosa por unos señores que debieran meditar sus palabras antes de lanzarlas con tanta soltura, difamando los derechos de los ciudadanos. No se puede tratar de poco más que rebeldes a quienes piden un sistema republicano, dentro de la legalidad y las normas democráticas; como tampoco se puede definir de renegados a quienes piensan en la independencia -si bien es cierto que no es el momento adecuado-, cualquier opinión que no afecte los derechos de la mayoría es legitima de escuchar y debatir como se merece.
Lo que está claro es que, desde la crisis que afecta a nuestro país, las declaraciones que escuchamos o leemos en los medios de comunicación, son cada vez más resultado de un delirio social constante. Bien por el desasosiego que sufrimos esperando la mañana de los viernes para sufrir un nuevo atentando al bienestar social de los ciudadanos, por un Consejo de Ministros que saque a la luz otra propuesta de reformas o ajustes; bien por las declaraciones de unos personajes anclados en sus ancestrales normas castrenses y se permiten imputarlas a la sociedad civil;  bien por una Presidenta de Castilla-La Mancha que se atreve a buscar el paralelismo de una huelga contra la gestión política del Sr. Rajoy, con un golpe de Estado; o bien por una Delegada del Gobierno en Madrid, a la que a pesar de tener los cables del estadio de fútbol del Rayo Vallecano a un metro de sus ojos, no tiene la valentía suficiente para decir no solo que es un sabotaje en toda regla, sino que no se tiene en cuenta la seguridad de los aficionados en un evento deportivo. ¿Qué hubiera sucedido si en vez de cortar los claves eléctricos hubiesen colocado un artefacto explosivo? Por favor, seamos un poco coherentes y pongamos a dirigir la seguridad política y ciudadana de los españoles a personas competentes.
Hay que cambiar el modelo del puzzle social de inmediato porque el Exim castillos se ha quedado obsoleto.
Juan Antonio Sánchez Campos


lunes, 24 de septiembre de 2012

Artículo de opinión




ESPAÑA ES CATALANA Y CATALUNYA ES ESPAÑA


José Luis Carod Rovira provocó en 2005 con sus declaraciones independentistas una situación de malestar entre la sociedad española que trajo serias consecuencias a algunas empresas de esa comunidad. Aún resuenan entre las cuentas de Cava el infortunio que este señor generó con la bajada de sus ventas casi un 50% en la Navidad de ese año, algo tan increíblemente absurdo como desprestigiar la nominación de Madrid a los Mundiales de 2012, así como sus conversaciones con ETA para favorecer el no atentar en suelo catalán ayudó a este malestar, que en algunos sectores deportivos, sociales y económicos de nuestro país recuerdan con la incredulidad de dichos actos.
Ahora viene el Sr. Mas a ilustrar el panorama político de nuestro país con una nueva incursión para alentar a la sociedad catalana a promover la independencia de Catalunya, una vez más el máximo representante de la política catalana mete la pata hasta el fondo sin mirar por donde va y hacía donde se dirige. Una manifestación alentada por esté señor para esgrimir sus deseos de independencia sin tener en cuenta lo que les va en ello, sin medir las palabras como debiera y actuar con las formas al que el cargo que ostenta le obligan.
No se puede llevar el liderazgo de una acción como la que presume sin informar de forma conveniente a quienes le siguen, algo de lo que tiene mucho en común con el Sr. Rajoy por cierto. Una independencia ya es de por sí demasiado problemática como para hacerla en un referéndum impulsivo. A nadie se le ocurrió cuando salió a exigir la independencia que si Catalunya se separa de España, lo hace también de la UE, de los mercados nacionales de Ibex, de la moneda europea y de sus derechos como ciudadanos de este país. Ahí que volver a la realidad, tal y como están demostrando las grandes empresas ubicadas en la comunidad y las grandes multinacionales que ven con recelo los movimientos de Arthur Mas.
Cuando Europa se mueve lentamente hacía un resurgimiento de su economía no pueden salir a la palestra política señores como este, para con sus continuos deseos independentistas obstaculizar el progreso de España. La política arancelaria no parece haberla tenido en cuenta, ni la divisa devaluada que deberá crear en Catalunya y que le llevara al caos financiero, económico y social a muy corto plazo. De eso no se percataron los asistentes a la manifestación convocada. ¿Y los bancos? Entidades que venden sus productos fuera de la comunidad catalana ven con malestar las declaraciones del Presidente de CIU. Algo que desde un punto de vista sociológico queda suficientemente demostrado como es poder medir el posible desastre de la economía, está en ofrecer el producto al mayor número de clientes posible, para diversificar el riesgo de quedar atrapado en un reducido número de solicitantes del mismo. Eso es algo a lo que los bancos en Catalunya no están dispuestos por mucho que el Sr. Mas se empeñe en ello.
Lo que está claro con toda está situación es que España nada es sin Catalunya u otra de las comunidades autonomías que la integran, y ellas no son nada sin España. Lo que si se puede afirmar con total rotundidad es que defender los idéales de cada uno, el deseo de independencia o cualquier otro sentido ideológico, se puede hacer desde el diálogo siempre sometido a la democracia, eso nadie puede negarlo por ser un drecho legitimo de los ciudadanos de nuestro país.
Juan Antonio Sánchez Campos