Tembló tu figura en el agua clara
al ritmo del latido de tus ojos
tristes, de mirar el fondo
de un ayer perdido, casi
olvidado en un recuerdo
que gotea anidado de tú rostro.
Fermentó un suspiro ahogado
en la orilla del riachuelo
que rozo danzando tu pelo,
erizo los pliegues de tú piel
jugando, con las lágrimas
endulzadas en los labios.
La tarde se acostó curiosa
por ver fundirse a la pena,
lágrima sobre agua clara
aire en el aire puro
vencida, alejando su dolor,
arrastrada en el olvido.
La luna apareció vulgar
espectadora recién llegada,
invitada al pulso de la corriente
en la batalla de un sueño
que ya no existe, que se ha ido
tras la sombra del recuerdo.
Nostalgia de amor vivido,
gozo, placer infinito
en el recodo del tiempo
que ya no existe,
pudoroso en un instante
de vértigo, de cariñosos
abrazos confesados al silencio.
Juan Antonio Sánchez Campos
de “El Tintero lleno”
Septiembre/2011
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