sábado, 7 de diciembre de 2019

No siempre “ok boomer”


La nueva forma de combatir la escasez de vivienda ante el desproporcionado precio del alquiler nos induce a un mercado que importamos del exterior, producto de otras sociedades que basan su conocimiento en la convivencia con otras diferentes, no por escasez de recursos económicos sino con la intención de implementar sus valores personales desde la experiencia en interacción cultural.
Ha salido al mercado inmobiliario el coliving, una palabra más de las que ahora solemos oír en cualquier ámbito derivado de creer que todo es progreso, falsas expectativas de calidad de vida o independencia de nuestros jóvenes y que esconde tramas de negocio inmobiliario a buen precio con el pretexto de que se origine una novedad, venida a enlazar con el coworking que en algunos lugares de Inglaterra o América se hizo patente con la intención de salvaguardar los intereses empresariales dentro de un mismo edificio, custodiando la plantilla de trabajadores y trabajadoras en un espacio reservado para su firma; claro que las horas extraordinarias, la avaricia del empresario y otros motivos aun por descifrar, dieron con la ventaja de tener en todo momento la mano de obra cercana, que mejor para tal empeño que ponerles una habitación, un baño y una cámara de vigilancia en el comedor, el gimnasio o la cocina compartida.
El lenguaje avanzado de las redes referido a las generaciones de los setenta denominada generación Z, influidos por estas y en defensa de la aparente forma despectiva con la que les tratamos, reflejo de una suficiencia incomprendida por las partes,, se limitan a decirnos “ok boomer,” o sea, ignorantes de las tecnologías u obsoletos laboralmente, relacionado con una posible mala interpretación de las verdaderas ambiciones de los adolescentes no lo niego, nos queda al menos el sentido común suficiente para avisar sobre el riesgo de caer en estas argucias inmobiliarias.
Y es que ya ha pasado en nuestro país con la venta de semanas en propiedad de una casa en la playa, un producto extraño del sector inmobiliario de finales de los noventa denominado Multipropiedad, ahora nos dicen que es mejor para nuestro bolsillo gastarnos el pecunio en una habitación, al fin y al cabo es dormir lo único que hacemos tras trabajar por un miserable salario, tener unos minutos para la higiene personal y comer en armonía, si es posible dado el carácter que cada cual tiene o las manías que todos tenemos, además de quemar algo de energía o mejor dicho, mal humor, en subir y bajar las piernas al ritmo de música digamos cabezona que ya nos sale pro las orejas y no deja pasar el ritmo de la grandeza pasada con músicos variados; si además de eso tenemos que ver el canal de televisión que cada uno quiera en el salón del gran living pues seguramente, puede pasar cualquier cosa menos tener una plácida tarde de lectura; claro que para eso tenemos nuestros doce metros de habitación y cuatro metros de un baño con lo justo porque el recibo del agua, la luz compartida y los electrodomésticos obsoletos tendrán que ser abonados por alguien digo yo, aunque me parece que el propietario tendrá bien organizado este asunto.
Para acabar tengo que decir que me parece algo realmente incomodo tener que guardarme lo que pienso sobre estas formas de vida, no estamos en un colegio de pago, ni somos reclutas de obligación, ni tan solo universitarios de campus con una beca interna, pero si puede que seamos reclusos de nuestros errores si acogemos esta nueva forma de vida entre nosotros, esclavos de los deseos del mercado inmobiliario y ajenos a la realidad de una sociedad que se sentirá al fin y al cabo parcelada, vigilada, falta de la libertad e independencia a la hora de poder formar una familia como cualquier sociedad más o menos avanzada pretende.
No dejemos que el progreso sea esto, que se limite a limitar nuestra forma de vida, tenemos que luchar por una vivienda digna, un salario acorde con las demandas del progreso y una prole venidera que pueda seguir adelante en la proyección de una vida mejor para todos los que habitamos este planeta.
Para ello no es necesario que me digáis “ok boomer” como si de un chiflado se tratase, ni penséis que la interacción cultural someto a un análisis desafecto, el empoderamiento de los jóvenes no esta en duda cuando hablamos de progreso tecnológico, lo único que debe tratarse con absoluta cordura es hacia dónde dirigimos nuestra intención futura de progresar socialmente y para ello nada mejor que seguir adelante en el avance del conocimiento, en la diversidad cultural y en respetar la llegada de toda aquella persona que venga a aportarnos sus valores. De momento este es un simple mensaje de atención para decir que no todo lo que viene del exterior es presumible de ser beneficioso ni tampoco todas las personas que vienen debemos pensar que son iguales.
Ante la perspectiva que se nos viene encima con la revolución tecnológica debemos tratar de ser coherentes y ver lo primordial en su esencia, sin obstaculizar la raíz de una sociedad venidera con la atención a las oportunidades de nuestros jóvenes y adolescentes para mantener intacta la aspiración de formar una familia, sin distinción de sexo, pero sí de humanidad suprema para proteger sus intereses; a tener en cuenta de forma innegociable la adquisición de vivienda sea de alquiler moderado a los salarios o en propiedad, plausible de ser aportada por las administraciones competentes. Si queremos ser progreso tenemos que ser razonablemente justos y si el objetivo es avanzar, tenemos que usar el sentido común necesario para lograrlo.  Lo dicho, no digáis “ok boomer” a las primeras de cambio y entender a los de una generación anterior como ellos deben tratar de entender a sus sucesores.  jasc

jueves, 17 de octubre de 2019

100 AÑOS DE COMPAÑÍA


Han pasado 100 años, un siglo en la vida de Madrid y cuyo progreso por el bien de la ciudadanía tristemente en la sociedad no ha repercutido prácticamente nada, siguiendo con sus mismas discusiones recurrentes al provecho de los que tienen mayores recursos mientras las luchas por los derechos de los débiles sigue viajando en el vagón de cola de la jerarquía política. Si en sus usos, gustos, costumbres o iconos de lo que significa una Calidad de Vida y un Bienestar de las familias hasta ahora inaccesible para la inmensa mayoría. Sí, cien años en los que hemos pasado de estación en estación, cruzado andenes, haciendo transbordos y multiplicando por centenares el número de pasajeros de un medio de transporte realmente extraordinario para el devenir de nuestro día a día. Por encima de sus vías tuvimos latigazos ideológicos, golpes terroristas, políticas obsoletas que acabaron con la dictadura y una Transición encomiable de la que deberíamos de enorgullecernos todos y todas las que hemos tenido la suerte de conocer de primera mano lo que la libertad de expresión y nuestros derechos significan tras la firma de la Carta Magna. Han pasado diez decenios, veinte lustros, muchas muertes inocentes arrebatadas a sus vagones, a sus túneles concurrentes de aire que azotan un invierno crudo o calientan un rostro helado, a la protección de la lluvia sobre nuestras cabezas, jalonadas por paredes curvadas, pasillos tintineantes de tacones repujados y gentíos abundantes que solo conocen sus extrañas figuras, a veces incluso en la soledad de una hora determinada, formas o sonidos evocadores de miedos. Ha pasado un siglo en el que no nos hemos podido despegar de una constante afluencia de ideas para rebatir opiniones ajenas que se bajan en distintas estaciones de un recorrido cargado de historia.
No quiero menospreciar la fecha, no es mi intención malograr aspectos de nuestros colectivos sociales mejor posicionados que, por el contrario, viajan a nuestro lado solidarios del valor que el uso de tal herramienta influye al proyecto tecnológico. Ya no se abren conductos en los altos del vagón para que entre el frescor de las corrientes sobre la frente del pasajero, ya no deben de usarse a no ser por dignidad propia organigramas favorecedores de eliminar olores a humanidad sostenidos. Se ha avanzado, la seguridad y el compromiso con los usuarios ha sido garante de tal proceso de avance, espero que en todo lo que esta sociedad demande para un futuro más accesible todos y todas las que tienen el poder de ejecutar las normas primen en ello y provean las necesidades; por tal motivo es Metro Madrid quién debe liderar el proyecto y extienda su compromiso con las instituciones para que las barreras arquitectónicas sean tan sólo un recuerdo más del pasado mejorado en la larga lista de este histórico transporte
 jasc

lunes, 7 de octubre de 2019

Tecnología humana


A veces el positivismo de las redes hace su aparición para recordarnos que además de la interacción virtual es necesario convalidar nuestro modo de vida con la personal. En esta ocasión el hecho en si evidencia una humanidad desbordante, capaz de reaccionar ante la injusticia social y poniendo un granito de arena en los de un sentimiento en detrimento, el del cariño a los demás y la solidaridad. Debemos reflexionar sobre la gran aportación que las redes dan al entorno en el que nos movemos, recapacitar en los hechos que a menudo pasan desapercibidos y alimentar la empatía con la que los seres humanos deben tratarse para lograr un equilibrio social en la medida apropiada. Estamos en la necesidad de recordar que la soledad se apropia del espacio a la primera oportunidad que se le ponga por delante y convenir medidas consecuentes con las que lograr vencer el deterioro de una sociedad que necesita de la conexión compañía y ayuda a los desfavorecidos, tímidos, enfermos o débiles. De nuevo los más pequeños evidencian discernir el bien del mal con una percepción de dimensiones extraordinarias, pero, ¡Si hace ya tiempo en Florida ocurrió la misma pretensión del “banco de la amistad” para cavar con el acoso escolar, no sé como una noticia tan repleta de humanidad no fuese compartida en las redes del mundo para combatir la crudeza de una violencia mal sana y extrema como la que sufren nuestros escolares y por qué no decirlo, muchos colectivos sociales discriminados? jasc -  06/10/2019

jueves, 25 de julio de 2019

ESCRIBO DICTADO POR MI RAZÓN


Diseñamos extraños silogismos como el de aparentar lo que no somos, en una controvertida y afanosa determinación por no quedarnos encajonados en la disertación superficial de cualquier dilema que se nos plantee más allá de lo que consideraríamos cotidiano y vulgar; la espontaneidad deja mucho que desear y se ampara en la vertiginosa idea de que las redes sociales significan la mayor herramienta jamás pensada para combatirr lo que podríamos denominar pánico por pasar desapercibido socialmente con la obsesión de lograr el éxito tan solo por la afluencia masiva en resurgir de seguidores a cada perfil construido, la mayor parte de ellos, distintos a la realidad d ese protagonista e identificados como fiasco personal, es decir, la prueba más confirmada de que si no dispones de muchos seguidores en tu espacio virtual eres un fracasado social o peor aún, un discriminado por la poca expectación que ofrece tu personalidad imperfecta; situación antagónica a la realidad dado que te conviertes en esclavo sumiso de un grave error y multiplicas la pérdida de valores humanos y personales en el ostracismo impulsivo en el que te envuelves.
Junto a toda esta patraña de falsedades debemos establecer una dirección CORRECTA, la que nos libere por ser como realmente somos y no por el hecho de que los demás nos vean como personajes atractivos; algo tan frágil en el tiempo que desaparece en cualquier momento, sea por disposición de los seguidores o por estar quemado un perfil que tarde o temprano se da la vuelta en contra de quién lo diseñó para satisfacer sus egos.
Puede resultar peligroso esconderse tras el reflejo de alguien que no eres, intentando dar a la galería motivos sugerentes para envolverte de elegancia, atractivo y armonía perfecta de una vida envidiable. Error, es el principio del decaer de tu personalidad, cometerás la gran equivocación de cavar tu propia tumba personal e idealista; habrás comenzado a diluir la creencia en ti y tus valores y comenzarás un viaje alrededor de una ilusión ilusa, de un deterioro de tu conocimiento en favor de un seguidor o seguidora que ni siquiera conocerás en tu vida; harás de tu hedonismo una religión que a la postre será un factor de no creer nada tras el fracaso acusado por involucrarte más de la cuenta en tendencias esporádicas para los que las diseñan y poco dadas a la confianza de una sociedad confundida entre tantos dilemas absurdos propagados en las redes.
Somos personas muy distintas y diferentes entre sí, cada cual es dueño de su propia identidad y no debe manifestarlo en toda su integridad, la privacidad de cada perfil es nuestra libertad, por lo cuales libertino e incompetente dar de nosotros toda la información y nos convierte en esclavos para siempre de un error manifiesto de incoherencia e ignorancia al saber del poder de las redes, por mucho que tratemos de confundir a la gente con manifestaciones inusuales de las que no nos creemos ni nosotros mismos la mitad de las situaciones que pasamos a mostrar en un perfil falso, con la única motivación de caer bien a los demás y somos tan ilusos al pensar que los demás nos ven con la gallardía que queremos interpretar en nuestras alusiones a una u otra noticia que en ese momento figura como topi en las redes haciendo un clip en compartir lo que ni hemos leído con detenimiento antes de hacer partícipe a nuestro equipo de seguidores.
Vamos a ser ya de una vez un poco dueños de nuestros perfiles y hagamos caso omiso de todo lo que no nos guste por el mero hecho de que le guste a quién esté en ese momento adorado por las masas; el mayor protagonista puede ser la victima de su propias desafecciones consigo mismo y el que pasa a formar parte de las redes desde un punto de vista objetivo, pragmático, empático y sanamente cordial es el que debe pasar a engrosar los primeros lugares de significativo renombre en los espacios virtuales.
No quiero dejar pasar la oportunidad de este escrito para desenmascarar casos de obsesiva dependencia de las redes sociales, en este supuesto queda bien reflejada las dudas posibles, inmersas en los hilos invisibles de las nuevas tecnologías y nos deja en un lugar reservado a la privacidad buena parte de la libertad de opinión y expresión que nuestro país defiende.
Dar demasiada cancha libre a quien nos e la merece es gratuitamente darle algo de lo que carece, la razón, es hacernos participes sin darnos cuenta de sus tanto malas artes como intenciones en muchos casos ociosas y en otros, por el contrario, dignas de tomarlas en cuenta por venir de personajes públicos de calada representación en los gobiernos mundiales.
Sin duda tendremos que habituarnos en estos tiempos de rechazo a cierta libertad segmentada por colectivos dispares; es esa la obviedad de que se nos están empachando las redes con motivo de la aparición en escena de representantes políticos de afamada reputación estentórea, algunos quieren parecer graciosos tratando a sus ciudadanos como espectadores de su función circense, otros perciben el olor de la discordia programando en sus perfiles frases de xenofobia y hasta los hay que coinciden en sus mensajes bajo la batuta descalificativa de sus propios argumentos.
No quiero confundir a nadie con mi interpretación escrita o crearme una imagen inapropiada u obsoleta sobre mi idea del uso de las redes sociales a una persecución de las mismas, es tan solo que a menudo pienso en la interacción personal tan decadente en estos momentos y eso me apena notablemente; dejar pasar las nuevas tecnologías y las tendencias sociales no es de recibo, hacer del progreso una sentencia desfavorable socialmente tampoco, lo único que me mueve es no perder el rumbo de que una mano amiga se tiende de frente y no con un Me gusta frío. Perdone quien se sienta ofendido, pero no cambio una coma de lo escrito por una mención honorifica en el perfil que más me convenga. jasc

sábado, 6 de julio de 2019

Votos ceniza


Parece que pudiera ser que podríamos volver a las urnas, increíble pero cierta es la vergüenza que nos hacen pasar esta clase política que se vanagloria de servir a la sociedad que representan ¿verdad? No deja de resultar irónico el enfrentamiento que llevan a cabo entre la izquierda, la derecha y los que ni saben a qué ideología pertenecen, entremezclados en un batiburrillo de definición incierta en el que cabe la anarquía, el anti sistema o el ansia por apropiarse  de un terreno al que dicen odiar y del que por el contrario, no tienen ni la más mínima intención de despreciar si se le pone a tiro. Todos con la única y malsana intención de frenar las expectativas del otro, infringirse mutuamente daños en el núcleo del campo de maniobras abyecto que mantienen activo sin entender nada de estas batallas los colectivos ciudadanos que les dieron su confianza, incapaces de corregir errores y salvaguardar la paz social por encima de sus taimadas pretensiones.
La coherencia no es algo que frecuente la conciencia política de nuestro país, enturbiada visión y un futuro que promete y al que, sin embargo, no se sienten realmente ganadores de lograr sin antes dejar en la cuneta a todo aquel o aquella que se interponga en sus objetivos partidistas y personales.
Nos enfrentan sin parar, nos quieren hipnotizar con unos mítines en los que la ética no aparece y apoyados en el atril del Parlamento, esa casa en la que se deberían conseguir beneficios a la ciudadanía, sueltan improperios, añadidos funestos o simples mentiras con las que aventajar los aplausos de su estirpe. Toda esta parafernalia política cara a la galería en la que se van quemando sin decoro las papeletas que se usaron en su día para darles el beneficio de la humildad con el que servir a la sociedad de la que forman parte, construyendo edificios con una estructura fuerte en su argumentación ,  llegando a acuerdos ignífugos en el tiempo que medie en la consecución de pactos acordes con la posición que cada cual obtuvo en las votaciones.
Fuimos a votar cuando así nos lo indicaron, como sociedad comprometida con su obligación y derecho, con la sana esperanza de que este fallo fuese el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas y las papeletas las han ido quemando según han venido dadas las cartas a favor de unos u otros, sin demasiada consistencia en sus maniobras y menos aún en un programa que pasa inadvertido cuando debiera de ser el principal destino de sus discusiones.
Pero de nada han servido nuestras disposiciones democráticas, nuestras idas y venidas a los colegios electorales y el gasto que todo este montaje político ha costado  a las arcas de los españoles, españolas o persona con derecho a voto  ansiados de tanto menosprecio. Se han pasado las decisiones de la sociedad por el forro de sus tramas, malogrado el factor del porcentaje de electores por la entrepierna de la falacia y todo esto nos ha llevado a nos saber quién es el que ha ganado a pesar de los votos conseguidos.
La Ley Electoral, rancia disposición de nuestra Carta Magna se nos ha quedado en la más extinga de las normativas, más allá de favorecer el servicio al que fue destinada nos obstaculiza las decisiones adquiridas y comienza a aparecer en escena el factor apatía, junto al de incredulidad y desconfianza en lo que ya está a punto de cambiar en su definición de comicios por eventos electorales sin final creíble.
Sin nada mas que aportar en toda esta reflexión de fundamentos tomados del sector ciudadano, incluido en las conversaciones cotidianas de los que fueron a votar y no saben para que lo hicieron, queda como muestra la desfachatez de nuestros políticos en querer que uno haga lo que él no hizo en su día o hacer lo contrario a lo que ayer entendía era calamitoso. Jasc

lunes, 1 de julio de 2019

Panegírico a la felicidad


Podemos vivir un siglo y seguiremos sin encontrar la felicidad en toda su dimensión, lo cierto es que los seres humanos piensan en lo material como hacedor de dicha, pero, la búsqueda de una sensación nunca sentida en toda su intensidad realmente no llegará ni con el cénit de una ventura esporádica ni con la ejecución de algunos de nuestros sueños más primitivos o con el acceso a los recursos básicos; hechos que redundan por mantener distantes objetivos diferentes e instalarse en el conformismo por la supervivencia.
Es esa felicidad y esa definición que emana de una certidumbre de nunca llegar a ella lo que nos mantiene activos tratando de evolucionar en nuestros sentimientos y aproximarnos a un equilibrio sostenido entre la afectividad, el sentirse bien con uno mismo y el tratar de emular la panacea del amor partiendo del continuado esfuerzo por lograr la paz con respecto a la gente que nos rodea.
Porque la felicidad es una más de las sensaciones que atraen a la especie humana carente de ideales positivos que conformen una vida provechosa, sin demasiada ostentación significativa atraída por el materialismo deforme de aparentar lo que ni se es ni se aproxima a la persona. Puede que ser feliz venga bajo el amparo de la humildad, tal vez la honradez sea uno de sus mejores aliados. Lo que no existe lo confundimos con cariño, amor, atracción o deseo, lo que entendemos por felicidad es benevolencia social, recursos dinerarios y placer asegurado.
No tratemos de emular filósofos antiguos que en la contemplación conseguían la felicidad de sus reflexiones, ni hagamos caso omiso de situaciones agradables por no merecernos la percepción de dicha; despreciar todo aquello que no salga de la cotidianeidad es humillarse a sí mismo; no respetar la circunstancia real de que la felicidad no existe y conjurar ejerciendo una aptitud negativa de desaire a lo que nos parecen irrisorios sueños o anécdotas recurrentes es caer en la ignorancia de pensar que algún día la felicidad llegará a nuestras vidas. jasc

viernes, 21 de junio de 2019

La palabra escrita es maná de sabiduría


Podríamos catalogar de increíble lo que una palabra consigue construir; formada por letras es capaz de conseguir eslabones encadenados que nos lleven a una frase que edifique un verso de tanta altura como la imaginación aguante. Es potencialmente superior a cualquier otra arma que el hombre construye para hacerse daño e infinitamente superior a la intención del autor, a la complicidad del lector o la deriva de su argumento.
Se dice que el ser humano es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, como también se dice que una imagen vale más que miles de ellas; sin embargo, son los grupos escritos de palabras los que mejor explican el comportamiento de la sociedad sin necesidad de fotografiar perfiles o escuchar ruidos ajenos. La fortaleza de la palabra escrita sobrevive al daño que pueda hacer y permanece eterna en el tiempo impresa en un lecho de tinta, esperando dormida ganarle al olvido.
La joya más valiosa, jamás superada por diamantes, zafiros, oro o platino es la escritura; el obrador de palabras se convierte en el artesano de la cultura y manifiesta una sensibilidad en sus líneas que ningún otro podría hacer con tanta elegancia. La palabra escrita es una necesidad esencial para la supervivencia del ser humano convirtiéndose en maná, en vida propia al servicio de quién pose sus ojos en ella.
El conocimiento bebe de las palabras escritas, la facultad de reflexionar sobre teoremas pasados está en su elaboración sobre el papel y el progreso no sería tal sin la convergencia del estudio de los razonamientos anteriores depositados en los libros con el añadido actual del avance al que la dinámica social evoluciona a ritmos agigantados. Jasc/Junio 2019

lunes, 17 de junio de 2019

Millones de euros ineficaces a centenares de necesidades apremiantes


En este tecnológico mundo nos llegan noticias constantemente, bombardeos informativos que mantienen una ingente opinión venida de muy diversos ángulos de nuestra vida cotidiana. Una de esas informaciones me ha dejado más irritado que de costumbre, los centenares de millones de euros destinados a la lucha contra el desempleo que no sirven para nada. Esos cursos que se dan para mantener tranquilos, como si de una terapia de choque se tratase, a cientos de ciudadanos y ciudadanas con una larga espera en las ineficaces listas de un INEM desastroso.
Y es que nos dicen que el trabajo va bien, que la iniciativa empresarial para fomentar el empleo está funcionando, que los sueldos se equiparán a una dignidad dañada desde hace años y de que las políticas de empleo funcionan de manera aparentemente exitosa. Mentira, esa es la palabra que mejor adecua la verdad de lo que ocurre, los salarios son cada vez más insuficientes al trabajo desempeñado, los contratos desdeñan a las personas y las horas se superan con creces por mucho que digan las normas.
Hay hombres y mujeres, mayores y jóvenes, formados y con una educación primaria, padres, madres o personas solteras que llevan más de dos años en las listas del desempleo, existen personas que hasta que dejaron de prestar servicios al mercado laboral por razones diversas hace más de diez años no han  vuelto a ser llamados para desempeñar actividad alguna, algunos les dio por la depresión,  a otros por el vandalismo derivado de la necesidad y los y las hay que simplemente se han dejado llevar por la decadencia del sistema y la dejadez institucional.
Eso es lo que significan los cientos de millones de euros que se van por las alcantarillas de un esquema ineficaz, de una realidad dolorosa y de la previsión de seguir así por mucho tiempo si no se cambian el sistema, las personas que trabajan sin éxito para encontrar soluciones o los caudales dinerarios que sirvan para al menos, mantener la dignidad de la ciudadanía a salvo de la desorientación nociva del paro. jasc


martes, 11 de junio de 2019

Reflexiones virtuales de perfiles inconstantes


No pretendo ser la antítesis de la sociedad actual, solo avisar de la supremacía peligrosa de la tecnología, algo que poco a poco se introduce en nuestra vida sin tomarlo en consideración siquiera. Management, ya empezamos a fastidiarlo con la definición que de dicha palabra se configura al instalarla en el navegador de Google como nombre masculino ¿acaso no podría ser cifrado con la ayuda de la evolución lingüística que nos proporciona la perspectiva de género? Me molesta esta construcción que detalla las técnicas de dirección y gestión de empresas por lo poco eficaz que resulta a su implantación en el amplio conjunto de sectores donde tiene cabida.
Podría considerar con toda seguridad que soy el mejor en mi sector, el más cualificado y mejor posicionado de todos y todas en el egocéntrico mercado de la falsedad de perfil y con la observancia de no disponer en la mayoría de mis cálculos de escritos con anglicismos salvo raras excepciones que me invitan a usarlos por pura necesidad en la comprensión de sus líneas; no hay otro igual en el mercado ni se podrá considerar a nadie tan poco probable a superar los valores que me acompañan como para intentar desbancarme del lugar que en esta sociedad ocupo.
 La instauración del intrusismo léxico suscita rebeldía y atrae incomprensión, aunque una manera como otra cualquiera de definir una palabra con un contexto distinto al nivel de su concepto como tal no debería causar involución severa en la jerga empresarial. ¿Soy o no soy el que mejor define en estos momentos el liderazgo de las redes? Pues posiblemente no, pero en esta ocasión he abierto el Facebook, LinkedIn, Twitter, Instagram, WhatsApp y un casi abandonado blog, me he dado cuenta d que tenía que poner algo en el espacio donde el sistema me sugiere teclear algún párrafo por muy poco útil que parezca porque si no las telarañas harán mella en la libertad del pensamiento positivo.
Esta puede ser la razón obvia de resucitar analogías en la manera de comportarse de un entorno social atrapado en las redes de una novedosa forma de escapatoria a la “vulgaridad”, dando imagen falsa de un cierto status dentro de un entorno diferente a la realidad de su verdadera identidad. Nos vamos sumergiendo en la cada vez más agobiante manera de empatizar con desconocidos mediante un trabajo on line del que solo sabemos su dirección de correo electrónico o su perfil en la red, esclavos de una necesidad y ajenos a la pérdida de valores tanto personales como humanos; un conflicto futuro de colectivos sociales con muy diferente idiosincrasia derivada del acceso a las nuevas tecnologías y el avance de una interacción virtual del sistema.
No soy del género pesimista, tampoco me ando reflexionando demasiado sobre lo que mi cerebro me ordena ante la visceralidad de algunos de mis pensamientos,, entre otras muchas cuestiones porque perdería el arma maravillosa e insustituible de la improvisación, trato de enfocar de la mejor manera posible lo que me incomoda o me fascina, lo que me atrapa o incita a evadirme de un influjo negativo a lo que mis objetivos pretenden. Pero debo de mencionar la necesidad imperiosa de que además del “management”, un cargo de notable valor para ciertos expedientes curriculares, en un pequeño espacio de tiempo estos sean superados por los de “coach social interacción”, un modelo del que no podamos pasar desapercibidos si queremos seguir siendo libres, empáticos y supervivientes a las fuerzas tecnológicas que nos acechan; el poder de la lengua no obstante es fundamental, a costa de la utilización de anglicismos recurrentes en determinadas concesiones por ahora frecuentadas en el diccionario de las redes o en el diseño de nuevas profesiones alimentadas por los posibles prejuicios de nuestra irresoluta voluntad actual. jjasc

jueves, 18 de abril de 2019

Ríos de programas y voces segmentadas


Puede que sí o puede que no el hecho de que el voto progresista venga de la mano del socialismo, hasta puede que se haya renovado en sus ideales cuando ya estaban dirigiéndose demasiado a la derecha o dejaban el centro libre. Puede que el ideal de la derecha sea el de anular cualquier atisbo de libertad obsesiva a sus intereses y puede que el líder de la izquierda más radical tenga razón y se haya confabulado una cierta parte del ideal contrario a desbaratar alguna esperanza de progreso suficientemente peligrosa para la clase adinerada, el empresariado, la banca o vaya usted a saber, incluso la nobleza antigua conspirando contra todo.
Lo cierto es que apenas recién recordado el 119 aniversario del nacimiento de una de las mentes más comprometidas con la lengua española como María Moliner, homenajeada en internet con un doodle en Google, son ya muchos adjetivos sinónimos o definiciones desacertadas las acumuladas con la llegada de unas nuevas elecciones a nuestro país; una millonada en papel para que cada ciudadano o ciudadanas tenga a mano la papeleta que mejor entienda depositar en las urnas en cuatro ocasiones diferentes en tan solo dos meses.
Me indigna contemplar como tratan las naciones europeas a los representantes españoles, como el caso del Ministro de Exteriores José Luis Borrell al ser entrevistado por un periodista alemán que más le valiera criticar la imagen de su país con decisiones nacionalistas que alentar posicionamientos que no le son apropiados y que además carecen de legalidad en nuestras leyes. La profusión de opiniones sin valor es excesivamente preocupante; Méjico nos dice que pidamos perdón por lo que ocurrió allá por el siglo XV, Venezuela nos trata de seguidores de la secta americana, Francia se dedica a razonar sin memoria sobre temas ocurrentes y España, por el contrario, mantiene una imagen personalista protegida de asaltos a las normas establecidas para la paz social del país.
Hasta ahí todo parecería algo normal en la escena política, usual a las partes intervinientes en las polémicas abiertas. Ahora lo que escucho desolado es lo que nos queda por oír durante varios días, la tristeza me acompaña en cada debate, diálogo, entrevista o salida en cualquier tipo de medios de información tan abundantes en estos tiempos.
Personajes expuestos en primera fila de representación ciudadana son poco menos que insultantes a la mayoría en cada oportunidad que tienen de levantar la voz o posar su rítmico silábico en un micrófono. Quién desciende de un personaje único en la política española, respetado por todos y todas tanto a nivel nacional como internacional, por líderes políticos de la Transición con los que mantuvo un rife rafe delicado pero dialogante en todo momento, el hijo de Adolfo Suárez, se ha vuelto un individuo descalificador con buena parte de la sociedad identificada con los derechos legítimos de la mujer.  No obstante, como en este país todo vale, la cúpula de su partido le exime de responsabilidad por pipiolo en estos trances y protege sus espaldas de político poco acertado con todo lo que suene a comentarios; a pesar de quedar dañada su imagen con apelativos a leyes que no existen, desagravio a nuestros antepasados los cuales eran sobre todo, acérrimos defensores de la vida de sus primogénitos; hechos que dejan marcados a los que se mueven en la deriva oportunista de no saber callar cuando la necesidad apremia y la ignorancia te lo sugiere.
Pero la derecha recae en su soberbia con “la sabiduría” de su vidente Aznar, un individuo mezquino de palabra y con más de un complejo a sus espaldas, un falso profeta que reta a aguantarle la mirada a uno de su misma estirpe. Matón de mitin podíamos llamar al actor en cuestión de tan alto rango y abolengo pensante como falto de respeto hasta a su sombra.
Claro que, si nos movemos más a la derecha y eso que es difícil, nos encontramos con una panda de inigualables figuras con bandolera en cadera y argumentos tan calenturientos como disparatados en los tiempos que corren, aunque seguramente habrá alguno o alguna que interprete su programa como el salvador de su causa;  tenemos que tener en cuenta que un país democrático el nuestro, con libertad de elección de sus representantes, tiene un gusto por votante y eso, a fe que me da terror la simple idea de que estos señores de gatillo ligero y lengua viperina, consigan representación en el Parlamento Nacional de la misma forma que el conseguido ya en las pasadas elecciones andaluzas.
Ahora volquemos la taza y veamos como quedan los posos de la oportunidad; fácil, asoma una leve tendencia a incidir con la izquierda algo extrema producto de una falta de ideal concreto, máxime si la vertiente cotidiana a la que le servíamos los votos por puro idealismo se difuminó paulatinamente devorada por las modas políticas, la misma que en el fondo sigue estando anticuada, sin un avance contemporáneo significativo basado en el sustancial progreso que la sociedad demanda.
¿Qué nos queda tras toda esta amalgama en las posibilidades de voto que nos lleve a acertar la que mejor se ajusta a nuestras necesidades? Si vemos la diligencia con la cual la oposición machaca al actual Gobierno, tratando de generar el caos ideológico de una izquierda más conservadora de lo que aparentemente potencia, no tenemos demasiado para elegir. Concentrar el voto en una sola dirección conlleva un riesgo notable de recaer de nuevo en una crisis económico-social difícil de sustentar, con el peligro añadido de consecuencias desastrosas para la estabilidad de la sociedad española y, por el contrario, decidir por varias estrategias a la vez no parece ser lo más pretendido por las partes involucradas en una guerra ideológica en lugar de afrontar como es su deber, una équida de propuestas con las que salir airosos de tanta votación como se nos viene encima. Ahí dejo la intentona, es solo una pequeña parte de lo que todo español o española piensa, todos los prejuicios son iguales, todas las ventajas son pocas y cualquier atisbo y conformismo se da por imposible. Lo seguro es que la posición coordinada no es plausible políticamente hablando, el intercambio de propuestas tampoco y menos aún, la disposición por dialogar sobre temas que interesan a pesar de que estos vulneran el equilibrio político y por tanto, la tranquilidad social.
Solo nos queda esperar, ver lo que disponen las papeletas, contarlas, cuáles son los que ganan o los que pierden y confiar en que, si los tiempos cambian, sean los políticos también capaces de cambiar para mejorar la desconfianza que generan al pueblo. jasc


viernes, 22 de marzo de 2019

Lo que nos queda por vivir


Han pasado ya cerca de dos años y medio desde que Pedro Sánchez, el actual líder del socialismo fue denostado por buena parte de los diputados existentes en el Parlamento; la abstención o la fidelidad al partido fueron la espita que explosionó el hueco por el que desapareció Sánchez de la primera línea donde se le presumía una reconfortante imagen de progreso de una formación política demasiado posicionada a un inmovible voto de la derecha española de entonces. Ahora, por el contrario, el desafío generado por aquella masiva demostración de empatía con la fuerte imposición de la presidenta de Andalucía, ha acabado con el futuro político de muchos y muchas de las que se tomaron como gesto de confianza lo que después terminó con debacle socialista en la región andaluza.
Tarde o temprano a todos nos llega nuestro pasado a influir negativa o beneficiosamente al paso del tiempo; en esta ocasión se confunde los que piensan en la jerarquía incierta de barones en la sombra, capaces de impresionar la paz de los que no interesan haciendo tambalearse la estructura primaria de un partido en fase de rejuvenecimiento de sus cabezas visibles.
Es la derecha un favorito en las opciones por descifrar el jeroglífico de una formación que tan pronto se va a la derecha del todo como se tambalea a una cierta aspiración por demostrar algo de regeneración política entre sus filas. Es el nuevo líder ese capaz de decir lo que le venga en gana con el escudo protector del que sabe difamar sin enrojecerse momentos difíciles de nuestro país en los que la guerra tuvo que ser visitada por nuestras tropas, en los que desde Cataluña se veían con buenos ojos cada vez que el viaje a Madrid trascendía a los fondos de una autonomía que no está sabiendo progresar adecuadamente obstaculizada por demasiados intereses independentistas de los que quieren llenarse los bolsillos a costa de algunos ciudadanos y ciudadanas de la que durante décadas se ha erigido como la provincia más urbanita de España y posiblemente en los primeros lugares de Europa, una Barcelona que se desinfla con los bancos desapareciendo de sus Ramblas, con el dedo de Colón señalando la sombra de un señor que se marchó ligero poco después de dinamitar la paz social entre catalanes y catalanas de la misma clase.
Son líderes novedosos capaces de desvirtuar imágenes pasadas, pero con promesas faltas de confianza en su mensaje, jóvenes que tratan de asaltar la política de nuestro país difamando a quién haga falta, carentes de principios de ciencia política como son el diálogo y los pactos recurrentes cuando así es necesario para el beneficio del conjunto de la masa social. Así, de una manera extraña, con unos fondos extraños y unos personajes más que peligrosos, sale a escena la ultraderecha, esa que va a acabar con la migración, con la libertad de las mujeres, con la ley del aborto, con el derecho a una Ley de Dependencia y unos servicios públicos permanentes; esa que quiere saber sin tener derecho el nombre de los juristas que protegen los derechos personales y hasta prometen poder si así lo estiman oportuno ilegalizar la izquierda de este país por resultarles peligrosamente amenazante.
No quiero manifestar procederes de persona interesada sin argumentos fehacientes, ni quiero tampoco difundir malos pensamientos entre colaboradores acérrimos de personajes ultrajados, ni por asomo intento estar a la altura de un periodista pipiolo en las lides de la escritura; soy un ciudadano de bien, de esos de a pie y transporte público, de los que se miran de arriba a abajo y se visten como quieren.
Tal vez ese sea el poder más grande que tenemos en la actualidad, el decir lo que pensamos sin necesidad de aparentar lo que no somos, en apreciar lo que tenemos protegiéndolo de los que quieren acortar nuestra libertad y hacerse con la democracia para ponerla debajo de sus sobacos, cerca de donde ellos y ellas pretendan para cada momento distinto usar como arma arrojadiza a la cara del contrario.
Miedo me da la derecha, pavor la izquierda exaltada y tristeza un centro desorientado. Si giro mi cabeza a la diestra veo un líder ordinario con voz melodiosa y dulce al que no le duelen prendas llamar traidor a su presidente. Si ladeo un poco a mi izquierda, un leve giro nada más, lo veo todo con un tono anaranjado que comienza oscurecerse al paso del prudencial tiempo en el que se les veía frescos; si me muevo un poquito, ahí me topo con el socialismo actual, el que ha quebrado las alas de la baronesa andaluza y a puesto las cosas donde quería su actual jefe; pero si me muevo a mi izquierda, del todo, como mirándola de frente, me duelen los ojos de abrirlos buscando la coherencia de un partido que se adueñó de unos pocos para confabularse entre ellos y ahora sin embargo, prometen sin entender nada lo que apenas ni se oye más allá de los linderos que les marcan los y las que sobreviven a la estampida masiva de cerebros políticos jóvenes. ¿Habrá hecho bien el que ahora hasta Vox ridiculiza en su oratoria cargada con silabas de cianuro en intentar algo nuevo con la ayuda de uno viejo (sin intentar menospreciar en nada a la SRA. Carmena) por si en Madrid las cosas salen medianamente provechosas a los intereses del intento?
Vayan ustedes a saber lo que saldrá de todo esto, de momento unos días de hartazgo de promesas incumplidas, semanas de disparates, derroche de mal gusto y vergüenza ajena en cada salida De tono producto de una campaña de Elecciones Generales cercana a otra autonómica, cerquita de la municipal y con las europeas en escena; si yo llego a saber todo esto, tal vez lo que mejor me ocurriera sería montar una imprenta a aprecios de competitividad exagerada y hacer en ella las papeletas de producto reciclable. Qué le vamos a hacer, no ha sido de emprender negocio lo mío pero que conste que de haberlo sabido, puede que lo hubiese intentado. jasc

miércoles, 13 de marzo de 2019

MENSAJE SOCIAL


Es indispensable que las mujeres sean partícipes de la sociedad actual mediante una educación concienzuda que les otorgue el lugar que les pertenece, niñas y mujeres a las que se les debe un sitio merecido  para el progreso adecuado de un país moderno, fomentando la inclusión de la perspectiva de género en la orientación y el conocimiento, llevando a cabo tantos cambios sean necesarios para su integración con plena equidad en una armonía fructífera con la que afrontar proyectos sociales, tecnológicos y científicos de mujeres y hombres en sincronía con los tiempos; olvidando el lamentable discurso de la historia que trató con indiferencia, sometimiento y de manera injusta a la figura, el valor, la sapiencia y dignidad de las mujeres. jasc

lunes, 11 de marzo de 2019

¡¡Nunca me rendiré!!


La imagen de la mentira integradora de las personas con discapacidad sobrevive en 2018. Y es que está demostrado que la imagen suele engañar a la verdad si se dispone de las herramientas para ello, sabedora de que una fama solidaria comprende un proyecto ideado para unos pocos.
En esta ocasión he podido comprobar la pura realidad de lo que llaman compromiso social por parte de empresas y fundaciones desde el punto de vista más objetivo que hay, enviando los datos y la documentación precisa para presentar Mis credenciales formativas, laborales y sociales y la respuesta siempre resultó ser la misma, buenas palabras de algunos, silencio de la mayoría y la ya tan usada postura de que los datos enviados pasarán a la lista de candidatos. En definitiva, como si de un portazo en las narices educado se tratase o una prueba fehaciente de que la realidad y los argumentos utilizados para parecerlo se configuran según intenciones pensadas con antelación y con una larga experiencia de promesas incumplidas.
Valga para ello qué tras DIEZ AÑOS inscrito como demandante de empleo en las listas del INEM, antigüedad demostrable si así se requiriese, el lamentable panorama da vergüenza ajena, tristeza, incredulidad ante tanta mentira y escepticismo con cualquier promesa de la que la empresa privada o pública haga reseñable y oportuna de exponer a los medios. Es por tanto presumible que la imagen internacional que generamos es tan sólo un reflejo fortuito organizado para ganar privilegios, faltos de sinceridad y con un cristal tan fino como frágil de infundada solidaridad en la integración laboral de las personas con discapacidad.
Como evidencia a los argumentos resaltados en el párrafo anterior, sirva de muestra el trabajo llevado a cabo en los entes a continuación detallados sin haber obtenido reconocimiento o éxito alguno en su demanda:
1.    ACCIONA S.A
2.    ACERINOX S.A
3.    ADVEO, S.A
4.    AEDAS HOMES S.A
5.    ALANTRA PARTNERS SA
6.    ALFA SAB DE CV
7.    ALMIRAL S.A
8.    AMPER S.A
9.    APPLUS SERVICES, S.A
10.  ARCELORMITTAL, S.A
11.  ARIMA REAL STATE SOCIMI S.A
12.  ATRESMEDIA CORP
13.  AVENGOA, S.A
14.  AYCO GRUPO INMOBILIARIO S.A
15.  AZCOYEN
16.  AZORA ALTUS S.A
17.  COCA-COLA
18.  IBERIAN PARTNERS

19.  FUNDACIÓN ACS
20.  FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ
21.  FUNDACIÓN AMANCIO ORTEGA
22.  FUNDACIÓN AXA
23.  FUNDACIÓN BANCO SANTANDER
24.  FUNDACIÓN BBVA
25.  FUNDACIÓN EMILIO BOTÍN
26.  FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ
27.  FUNDACIÓN IBERCAJA
28.  FUNDACIÓN JUAN MARCH
29.  FUNDACIÓN LOQUEDEVERDADIMPORTA
30.  FUNDACIÓN MAHOU
31.  FUNDACIÓN MONTEMADRID
32.  FUNDACIÓN OBRA SOCIAL LA CAIXA
33.   FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO
34.  FUNDACIÓN RANDSTAD
35.  FUNDACIÓN REINA SOFIA
36.  FUNDACIÓN SABER CÓMO
37.  FUNDACIÓN SERES Mercadona
38.  FUNDACIÓN SM
39.  FUNDACIÓN TELEFÓNICA
40.  GONVARRI STEEL SERVICES
41.  GRUPO GESTAMP
42.  INDRA
43.  MEDIASET
44.  SERVIMEDIA
A la vista de tan cuantiosos envíos, esfuerzo en su preparación, recursos económicos gastados y perseverancia en la espera ante la pompa y alabanzas a la solidaridad y el compromiso social e integrador de muchas de estas empresas participes del IBEX 35 p.ej., ¿Dónde está esa integración laboral de las personas con discapacidad y el compromiso al que aluden con tanta ligereza informativa? Jasc

martes, 19 de febrero de 2019

Reflexionar es humano, equivocarse es no hacerlo


I
Pensamos a menudo sin reflexionar, con un sentimiento visceral que nos empuja a menudo de manera incoherente sin pararnos un instante para darnos cuenta de que no usamos la respuesta oportuna a la pregunta ¿por qué´? o ¿para qué? en el significado de nuestra conducta.
¡Qué logramos hacer con el sentido común que las cuestiones serias de nuestro entorno necesitan si antes de decidirnos a tomar una elección está no es lo suficientemente precisa por no haber reflexionado un instante antes de asumir la responsabilidad de contestar a ellas? Sencillamente, si al final logramos que nuestra decisión sea lo lógica y precisa que la cuestión en sí admite, nos embargará una satisfacción ilusa, porque se puede catalogar de haber llegado a feliz término por pura casualidad.
Todas estas asunciones de probabilidades están en el ambiente político enrarecido por el logro de acceder al Gobierno un determinado partido por medio de una moción de censura a la cual, por simple casualidad del destino, ni los partidos de derecha se atreven copiar por resultar incoherente e improbable de lograr el éxito; hasta recuperar el tiempo con una decisión contrapuesta a una omisión de chantaje de la formación en el poder por parte de los nacionalistas ; una muestra incontestable de que si antes de albergar esperanzas de éxito sin fundamento nos paramos a reflexionar sobre las probabilidades de conseguirlo, no tendremos después que arrepentirnos de actuar apresuradamente.
Mientras hay una parte de la ciudadanía ya cansada de tanto independentismo surrealista que nada conseguirá por los medios que desea, una utopía tan real y verídica que es más que probable vuelva a quedarse estancada hasta la aparición de nuevos personajes con una concepción de las normas establecidas que ratifique una mera posibilidad de volver al escenario del separatismo con fórmulas menos arriesgadas y algo más discretas; en cualquier otro momento surgirán intentonas similares aunque al final nada se consiga adelantar con ello, partiendo de la base de que la unión del Estado es el punto de apoyo de nuestra Constitución. Postularse en su contra con separatismos suele caer en una dinámica implosiva que se difumina con el tiempo y tan sólo en ambientes ajenos a la importancia de los problemas reales de la sociedad en su conjunto, suelen tener algún atractivo.
Somos una sociedad plural, objetiva, capaz de solventar situaciones angustiosas de precariedad y lo que toca seriamente a la idoneidad política es satisfacer las demandas de la misma, traducir en realidad una regeneración económica que nos traiga una merecida calidad de vida y bienestar a nuestros necesitados hogares.
No creo este por la labor de atender las demandas sociales la derecha ocasional producto de la desesperanza social aparecida por Andalucía, un partido con ideas añejas que pretende DENOSTAR nuestros derechos adquiridos a lo largo de una etapa democrática con sus altibajos añadidos; unos compinches que exhalan desconfianza y que han logrado ponerse hombro con hombro con los que dicen son la derecha conservadora establecida entre los populares y un líder del partido naranja exultante de alardear de centrista, más ocupado en no salirse del camino del protagonismo a pesar de estar siempre ojo avizor para recoger raudo la mejor opción que se les presenta.  jasc

II
Es obvio que la educación no está ligada a la política, ni parece causar respeto alguno gobernar una nación; tanto es así que podemos permitirnos tratar a quién la preside como “cobarde”, mentiroso”, “okupa” e incluso culpable de “alta traición”, siempre que todas estas alusiones provengan de un representante legal elegido por la ciudadanía, ¡qué más da si todo en la oposición es creíble!, convirtiéndose en un derecho imprescindible el decir lo contrario de lo que aquél que se encuentre con el mando del gobierno diga, haga, piense o ¿por qué no? Ser tan tradicional como el incumplimiento de las promesas.
Porque si nos debemos a la inteligencia como seres humanos y no al instinto de supervivencia de los animales, tendríamos que ser más consecuentes y menos airados en nuestros impulsos. ¡Es indudable que la aparición digamos cargados de “esnobismo” del populismo en nuestro país, producto de un malestar indicativo de que las cosas no iban bien en la economía de la sociedad repercutió notablemente en la decisión de los votantes, esperanzados en un nuevo movimiento con unas intenciones excesivas cargadas de derroche en los recursos y sin un programa consistente entre sus filas! Una desaceleración progresiva de que la estructura no estaba bien sujeta y que está acabando con la credibilidad de los que a pesar de todo se agarran a su sillón como élite de una formación que necesita progresar al ritmo de los tiempos y no usar la demagogia ilusionista en sus mítines.
Haciendo memoria de todo esto, estamos a las puertas de que la izquierda reabra viejas heridas entre sus filas, una mala experiencia que siempre ha dado al traste con la posibilidad de una coalición generosa que anime la ciudadanía a confiar a pies juntillas en sus decisiones. Esta situación le es propicia a los que antes y después de una moción de censura fueron merodeadores de unos escaños que creen pertenecerles por legítimo derecho de sus afirmaciones en contra de lo que otros digan; para conseguirlo, es bien fácil, nos juntamos varios, hacemos que nos llevamos mal, nos repartimos los sillones y dejamos un huequecillo para la política vieja y mohosa que todos y todas las que somos de una generación superviviente a la Transición y vista desde primera fila, ni por asomo pensaríamos que volvería a nuestro sistema político.
Se descubren por sí solas las iniciativas que tratan de imponer de llegar al mando los que ahora se encuentran de manera provisional en la oposición, temas tan delicados como el aborto, el respeto a las mujeres impidiéndoles sus derechos, la persistencia en aludir a que la culpa de la reducción de recursos para el pago de las pensiones está en la longevidad de los habitantes, en la poca iniciativa a tener descendencia por parte de las mujeres y en no creer en la obviedad de que la inmigración siempre ha sido la creadora de progreso por mucho que nos cueste admitirlo en público.
Las cabezas pensantes de la oposición en su lucha desbocada por querer quitar de en medio al gobierno trata de admitir lo que siempre ha sido máxima de la derecha, la justicia para el hombre, la mujer en la casa cuidando de su familia y el trabajo con un salario justo para no salirse de la ruta estimada al servicio del patrón y al corriente en los impuestos. jasc




III
Sí, estamos rodeados por nuestra derecha, desde la más radical a la que le da igual ponerse del lado de un centro izquierda al que siempre ha combatido; ese es el modus operante de un partido sospechoso que dice ser el único valedor del centrismo en España que se ha hecho experto en dar una de cal y otra de arena según les venga a sus intereses personales, con mucha declinación por el nexo empresarial y una estrategia urdida para posicionarse al mejor postor.
Estamos entre la espada y la pared, por un lado, la arenga de la derecha para atraer a las masas en busca de personalismos interesados mostrándose ufanos por ser los garantistas de la lucha contra la corrupción, falseando procederes e incluso alegando respeto y equidad laboral absoluta con los derechos de las mujeres a pesar de su doctrina; por el otro un independentismo catalán que ya huele a rancio con el aliento venido desde más allá de nuestras fronteras y servido a la hiel de los que ni saben dónde los lleva tan tormentosa travesía, en manos de los que solo tratan de buscar su status perdido en la paz social que ha existido hasta llegar estos a quebrantarla. Sale de su trinchera la ultraderecha por el sur a servirles en bandeja el pacto de Andalucía, sabedores de que solo es el comienzo de una odisea que nos llevará a tratar de espolear de nuevo a la ciudadanía en busca de lo que tanto costó conseguir en su momento.
Lo que causó una gran desazón es el atrevimiento del Gobierno en funciones que buscó conversar con los que no saben hacía donde van, sacando del arcón de la inutilidad protagonistas extraños como “relatores “anónimos que tanto daño hizo al razonamiento objetivo de lo que la política trata pues, ¿desde cuándo en política se necesitan intermediarios para conversar de los problemas que atañen a los ciudadanos y ciudadanas del país en cuestión? El diálogo, esa palabra que se utiliza tanto a la ligera se nos está yendo por el sumidero del Parlamento, por las cañerías obsoletas del Senado y por un nacionalismo exaltado que nada bueno trae al progreso de España.
No son revueltas callejeras lo que se mueve por las calles de España, son manifestaciones exigentes con argumentos razonables que palíen la enorme dificultad de los médicos en atención primaria para atender decenas de pacientes en cada consulta, la falta de especialistas en regiones que se sienten olvidadas, y no les falta razón, por la administración autonómica o central.
No es ese el efecto paliativo que buscan en la oposición al poco duradero Gobierno de España arengando a las masas sin demasiado éxito, vertiendo de insultos la persona de quién nos gobierne guste o no, incalificable ejemplo de la escasa educación de nuestros representantes públicos, ahora de la mano de añejas insignias guardadas en arcones empolvados que decoran a la derecha del país. Impostor dicen ser el Presidente, ya nos e acuerdan de la impostura que lideró su mandato vestida de corrupción por todos los flancos de sus propuestas, como el ocaso al que se acerca la formación que vino de Cataluña para inscribirse a nivel nacional con un líder de buen parecer y demasiados pareceres a cada día que pasa en sus movimientos, planteamientos o disputas; se alojó la ultraderecha, enganchándose al gobierno en Andalucía para comenzar su liderazgo por los parlamentos regionales y hasta quién sabe, lograr algún escaño en el Congreso de los Diputados para ensartar con sus normas los derechos de las mujeres y la precariedad social ya al límite.
No, desde luego que en la manifestación contra el Gobierno, si he dicho bien, contra el Gobierno que pretendió obediencia a lo que la política le marca, el diálogo hasta el límite, no hubiese signo alguno de odio, bastaría más, bastante injuria es para el resto de la sociedad española ver como hay parte de sus vecinos que quieren disputar el liderazgo a los que lograron quitar de en medio la corrupción de Moncloa.
Diametralmente opuesto al diálogo son las manifestaciones populistas, marcadas por una asistencia poco dada ya a demasiadas impostas de la clase política, contradictorias exigencias que se apoyan en decir no, aunque sea tan verídico como hace días la misma oposición voceaba en sus discursos; un no demasiado irascible dada la gran empatía que ha logrado inocular el sabio mentor del actual líder popular su impoluto valedor, tan poco sociable y parco en sus afirmaciones que no duda en bañarse de egolatría. jasc

IV
Reflexión, palabra poco usada para los tiempos que corren, un punto de inflexión que deberíamos considerar seriamente y con ello tal vez, adquirir la coherencia de nuestras decisiones. Pasada la oleada política venida tras la moción de censura que trajo como consecuencia inmediata el cambio de gobierno en nuestro país, aquellos que se decían partidarios del independentismo tomaron la iniciativa de creer con su apoyo, la claudicación a su antojo del Gobierno entrante a su autodeterminación del Estado.
Ahora, fracasada su estrategia en unos meses de tira y afloja con el partido en el poder, ceden a sus principios de nacionalistas exigentes para hacer caer los Presupuestos Generales del Estado proclamados por el actual presidente por no plegarse a sus deseos. Si usamos entonces la interpretación en la definición de reflexión, coherente o no, podemos también creernos nosotros que probablemente, tan solo probablemente, estos nacionalismos sean ahora motivo de oscurantistas presagios de alianzas ulteriores con los que consiguen desbancar a un Gobierno fútil en el tiempo y por tanto se sienten fuertes y cercanos a obtener un éxito rotundo con la proclamación de Elecciones Generales, es decir, que la derecha trate de vanagloriarse por delante y contraatacar por detrás a las manifestaciones a las que ahora alude como “traición” a los españoles por usar el diálogo en lugar del 155 como su mismo partido evidenció en su momento, sin un intento pacifico de tándem político Constitución y  diálogo, arengan a los votantes mediante la tácita determinación para frenar una exigencia que no deja de caer en la más estricta utopía, se auguran movimientos poco acertados contra movilizaciones violentas producto del desenfoque legal derivado del sueño de unos personajes nada creíbles en el conjunto de los ciudadanos y ciudadanas de esta comunidad autónoma del Estado español.
Y es que la palabra reflexión nos preocupe o no es demasiado profunda para dejarla aislada de nuestras derivaciones democráticas, no es posible transmitir el enfoque constitucionalista desde el prisma de vencer al contrario por la fuerza, sin ni siquiera pararse a pensar en que la paz social es el primer bastión al que defender a ultranza de posibles alteraciones manifiestas con el despropósito de desvirtuar la verdad, de la protección de la sociedad como única hacedora del progreso y no como un pelele al que cada seis meses le cambian de gobierno por simple desenfado partidista o personalista
A ver si con toda esta descorazonadora imagen de la clase política, los que realmente tienen el poder de decidir el futuro del país tomen buena nota de lo acontecido. No deja de ser inquietante la amenaza de la autodeterminación de la región catalana, aunque desde luego, no puede predominar sobre las necesidades imperantes de la sociedad española en su conjunto, tomando las iniciativas, proyectos y recursos necesarios con los que aligerar la gran carga de la economía en muchos hogares del país y aliviar el estado de quebranto de las familias. Jasc


V
Para ir acabando esta pequeña argumentación de la que sé que no tengo toda la razón en lo que en ella se expone, quisiera volver al pensamiento razonable y ético, a la sensatez y coherencia que me gustaría estuviese presente en todos aquellos y aquellas que desean un futuro mejor para ellos mismos y sus generaciones posteriores. Hay que cambiar la manera de hacer política en este país de manera drástica, radicalmente opuesta al irrespetuoso tratamiento del espacio democrático que un Congreso de los Diputados atiende, un atril cargado de réplicas agresivas rayanas en el insulto, unos micrófonos que derrochan veneno venido de gargantas que no creen lo que dicen ni saben bien en qué piensan. Demasiada agresividad en la sociedad que ni siquiera la representación pública de los derechos de la sociedad es capaz de erradicar en sus apariciones convierten un lugar de diálogo en un debatir constante.
Hay que enseñar a nuestra clase política que las cuestiones que realmente importan y deben de ser estudiadas en el Parlamento de la nación pueden hacerlo sin necesidad alguna de improperios injustificados o taimadas intentonas de desestabilizar decisiones. Aquellos que deben ser imagen ed progreso, guardianes de derechos y luchadores de buenas palabras no deben ser una panda de agresores consentidos por el cargo que ostentan, convertidos en” hooligans” de la política sin respeto alguno a los que pusieron en ellos toda su confianza. Si comenzamos por ser más comedidos a la hora de buscar soluciones a los problemas racionales de la sociedad española tal vez, tan sólo tal vez, sea una primera muestra de que la paz social es posible, de que el diálogo es fundamental y que la llegada del sosiego repercutirá en unos tiempos en los cuales va ganando el odio en nuestras calles; porque la violencia aumenta cuando no se reprime a tiempo el origen de la misma, cortándole de raíz toda probabilidad de supervivencia, sea violencia en la escuela “bulllying”. Violencia doméstica, de género, de ideas o cualquier otro tipo de vlneración de derechos susceptible de estudio.
España no es sólo Cataluña, ni esta por consiguiente puede ser considerada autosuficiente y capaz de caminar sola por el ámbito europeo, por las instituciones creadas para aunar una fuerte moneda con la que luchar contra la emblemática posición del dólar estadunidense, siempre competitivo en todos los mercados desde hace siglos.
No dejemos de precisar que la reflexión antes de tomar la decisión que consideremos adecuada es el objetivo primordial de poder tras depositar nuestra elección en la urna, satisfacernos de haber hecho lo correcto, por más que de nuestro voto tan sólo salga un número, no hacerlo sería echar piedras sobre nuestro tejado y no tener el derecho a la protesta o la esperanza, según hayan sido los resultados obtenidos que sean equiparables a la decisión tomada.
Sin diálogo, por tanto, es imposible razonar y sin estas dos facetas de la vida capaces de protegernos del impulso visceral, todos serán debates populistas a sabiendas de la indefensión que en muchos casos quieren mantener oculta.  jasc