Podemos
vivir un siglo y seguiremos sin encontrar la felicidad en toda su dimensión, lo
cierto es que los seres humanos piensan en lo material como hacedor de dicha,
pero, la búsqueda de una sensación nunca sentida en toda su intensidad
realmente no llegará ni con el cénit de una ventura esporádica ni con la
ejecución de algunos de nuestros sueños más primitivos o con el acceso a los
recursos básicos; hechos que redundan por mantener distantes objetivos
diferentes e instalarse en el conformismo por la supervivencia.
Es
esa felicidad y esa definición que emana de una certidumbre de nunca llegar a
ella lo que nos mantiene activos tratando de evolucionar en nuestros
sentimientos y aproximarnos a un equilibrio sostenido entre la afectividad, el
sentirse bien con uno mismo y el tratar de emular la panacea del amor partiendo
del continuado esfuerzo por lograr la paz con respecto a la gente que nos
rodea.
Porque
la felicidad es una más de las sensaciones que atraen a la especie humana
carente de ideales positivos que conformen una vida provechosa, sin demasiada
ostentación significativa atraída por el materialismo deforme de aparentar lo
que ni se es ni se aproxima a la persona. Puede que ser feliz venga bajo el
amparo de la humildad, tal vez la honradez sea uno de sus mejores aliados. Lo
que no existe lo confundimos con cariño, amor, atracción o deseo, lo que
entendemos por felicidad es benevolencia social, recursos dinerarios y placer
asegurado.
No
tratemos de emular filósofos antiguos que en la contemplación conseguían la
felicidad de sus reflexiones, ni hagamos caso omiso de situaciones agradables
por no merecernos la percepción de dicha; despreciar todo aquello que no salga
de la cotidianeidad es humillarse a sí mismo; no respetar la circunstancia real
de que la felicidad no existe y conjurar ejerciendo una aptitud negativa de
desaire a lo que nos parecen irrisorios sueños o anécdotas recurrentes es caer
en la ignorancia de pensar que algún día la felicidad llegará a nuestras vidas.
jasc
No hay comentarios:
Publicar un comentario