Está mañana me he enterado de que ayer 11 de diciembre se celebró el Día Internacional de las Montañas, bautizado como tal por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2003. En primer lugar quiero pedirles disculpas por no tenerlo en mi intelecto a los ecologistas de bien; en segundo lugar me gustaría hacer un llamamiento a todos aquellos que especulan traicionando la sabia naturaleza con incendios provocados, no se salvarán del peso de la ley tarde o temprano y en tercer y último lugar, me gustaría poder disponer del tiempo suficiente para subirme en una de esas montañas y gritar a los cuatro vientos desde lo más alto: ¡¡ ESTOY VIVO MUNDO ¡!. ¡¡ MI CORAZÓN LATE CONTIGO MONTAÑA ¡!
Debe de ser una excepcional celebración qué a más de uno apetecería haber llevado a cabo pero, se nos pasó por completo, esperaremos al próximo año y lo prepararemos con tiempo suficiente, para que las voces en lo alto de muchas gargantas resuenen de tal forma que parezcan las nubes rompiendo el azul del cielo, frotándose orgullos sus blancos cuerpos al ritmo que marque el aire.
Juan Antonio Sánchez Campos
Diciembre/2011
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