viernes, 18 de noviembre de 2011

NOS VOLVEREMOS A VER

Metido en las alforjas de un viejo vagabundo
paseaba mi nostalgia por un verde melancólico,
recorría entre pestañas recogidas en legañas
el recuerdo de una vida, plañidero, moribundo.

Vestía uniforme de gala el sol que me abrasaba
cuando sonreía descarado, obsequiándome
un latigazo tras otro, implacable hacedor
del florecer de una rosa escondida,
malhechor por dejar seca la voz de un riachuelo.

Un cielo traducía en sus nubes un mensaje
escondido, suplicante por descifrar el destino
de una sombra en el balcón del olvido,
remarcando un cuadro de difícil augurio.

Revolvía el aire en cada escollo del camino
que dejaba mi frente desnuda de desatinos,
orientando mí camino allá donde el viento corre
sabedor de encontrarte, al final de un trayecto
recónditamente incierto y obstinado.
Agosto 2011
De “El Tintero Lleno”

No hay comentarios:

Publicar un comentario