viernes, 25 de noviembre de 2011

AMIGO


Apenas me levanto de un sueño tardío
estirando mi cuerpo, tan largo como vetusto
en el sillón del descanso y tú, caes
con un sonido sordo y ligero,
sin querer molestar el pulso
de una tranquila hora de asueto.

No te mueves, te quedas ahí quieto,
sin hacer nada en tu auxilio, esperando
que mi mano se alargue hacía ti,
brillante, un poco vanidoso, cierto.

Las arrugas del tiempo adornan
el peso de un anhelo, un suspiro
romántico creado a tu antojo
del que presumes día a día,
tarde a tarde sin descanso
en los pliegues de tu frente escondidos.

No te mueves, te quedas ahí quieto
y yo te cojo amigo, necesito el calor
de un recuerdo adormecido del que,
sin previo aviso, salen risas de jarana
alentadas al cobijo de una dama
sugestiva, de un caballero errante
del que apenas nada conozco.

Juan Antonio Sánchez Campos
de “El Tintero Lleno”
Octubre/2011

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