sábado, 20 de octubre de 2012


ENCALLADOS EN LA DEPENDENCIA

Austeridad, sacrificio, disciplina y orden, son la bandera que ondea en las declaraciones de la canciller alemana Frau Merkel;  más parecidas a las de la directora de un centro de reinserción a la vieja usanza, que a las de alguien que busca la cohesión y el consenso como base reguladora de llegar a acuerdos fructíferos entre los países integrantes de una Unión Europea que se despedaza por la carencia de puntos de inflexión entre los mismos.
Unos alegatos que contribuyen sobremanera a crear un clima de consternación entre la sociedad española, que no entiende ni el motivo, ni la causa del empeño por parte de las fuerzas políticas más poderosas de la UE, en seguir con sus dogmas de asfixia fiscal que llevan hacia una acefalía social  a los ciudadanos de esté país; a una rotura en la pieza que mantiene el equilibrio de la sociedad española.
Pero parece ser que la voluntad de un país vale más que la del resto, un interés en frenar cualquier acuerdo que redunde y satisfaga a nuestras necesidades. La búsqueda del poder es el verdadero objetivo de la líder germana, dotar a Europa de plena autoridad para implantar su acceso a las cuentas públicas de los países de la UE; cediendo con ello soberanía económica que sirva a su propio beneficio. Bien sencillo, acaparar todo el poder decisorio a su servicio, endeudando a las naciones con menor poder económico. Una buena estrategia que traerá por añadidura imposiciones adustas en el maletín de los próximos personajes fabricados para el desempeño de esa función, un supervisor bancario y un supercomisionado –alemanes o aliados de primera-, que husmeen en las cuentas que interesen con total impunidad.
De la inversión, como factor clave de localizar el crecimiento que atraiga con ello la creación de empleo en nuestro país, nada se ha hablado desde hace semanas –meses-. ¿De qué valdrán los pactos concertados y las obligaciones contraídas? Son interrogantes que todos los ciudadanos de nuestro país se hacen a diario –cada minuto del día-. El desempleo en España alcanza cotas inimaginables hace apenas media década, asumimos más del 20% del paro en toda la Unión Europea y nos siguen exigiendo más sacrificios; si no se hace nada por paliar estos datos, la situación se hará insostenible a corto plazo; aunque parece que esto no sea suficientemente alarmista para el Gobierno. Es hora de poner sobre la mesa del Consejo Europeo soluciones rápidas y consecuentes con la situación que sufre la ciudadanía española, tomar decisiones criticas por mucho miedo que le de al Sr. Rajoy enfrentarse a su homologa alemana España necesita de forma inmediata el regreso de la inversión.
El sistema ha fallado –empleo, educación, inversión, educación, cultura- por la falta de efectividad de sus manipuladores –clase política, bancos y entidades financieras-,  por la ausencia de lealtad a sus programas y el ocultamiento de balances de las entidades bancarias. El sistema ha fallado sí, motivo por el cual la sociedad española ha sufrido un sabotaje en primera línea de flotación –calidad de vida y educación obligatoria-, un atentado que ha costado más de 5000 millones de euros en recortes a la educación y una presumible congelación de las pensiones que debilite el poder adquisitivo de los pensionistas, junto a los estudiantes, las clase más desfavorecidas.
Aun así todavía encontramos representantes políticos que critican el derecho a manifestarse públicamente –Secretaria de Estado de Educación-  su malestar con la gestión del Gobierno, declarando de forma inconsciente que el uso de semejante derecho durante tres días de ausencia a clase, supondrá un descontrol en el ritmo del curso escolar. Como la soberbia llega a estos límites es algo ya común entre los dirigentes del PP, capaces de poner en duda la legitimidad de los padres a expresar su indignación ante la barbarie de su política de austeridad –contagiados por Berlín-; cuando muchos de esos progenitores llevan más de dos años sin obtener un puesto de trabajo que les aporte los recursos necesarios para pagar el comedor de sus hijos y los libros de texto. Pero eso posiblemente, tampoco sea susceptible de manifestase públicamente para los miembros del Gobierno.
Sentido común, inversión y empleo con carácter de urgencia, son los aspectos a tratar por el Sr. Rajoy con sus homónimos europeos, a pesar de que el CE diga lo contrario, pues posiblemente sean otras las aspiraciones que buscan.
Juan Antonio Sánchez Campos

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