YO ALFREDO Y TÚ CARMEN

Dicen los socialistas que ya está todo solucionado, que el varapalo sufrido en las pasadas elecciones fue por falta de fuerza. Pues bien, en palabras del qué ha sido nombrado su máximo representante Sr. Rubalcaba, la palabra clave de todo el día parece ser un complejo vitamínico, creado para darles nuevas oportunidades en el mundo político de este país. Otra de pistoleros “unidad y cambio”, ¿unidad para qué y cambio de qué D. Alfredo? Las cosas claras desde el principio es el cambio primordial que tienen que llevar a cabo y si por unidad, se refiere usted a la de los afiliados del PSOE usted sabrá, acaba de celebrar un Congreso es todo cuestión de echar números no se lo ponga usted tan difícil a la lógica.

“Fuertes, somos fuertes, muy fuertes” no se cansaba el nombrado Secretario General mientras le hacía un pequeño guiño a la que fuera su contrincante Carmen “Gracias Carmen, lo has hecho estupendamente, me lo has dejado a punto ¿pensabas en algún momento que ibas a poder conmigo? Más vale el viejo por viejo…”, era lo que parecía decirle a un digno adversario a la que le faltó el poder de convicción necesario, “te espero para la próxima, que estarás más cascado” se intuye en la mirada retadora de doña Carmen mientras aplaude educada.

Bueno pues ya está este señor a la cabeza del socialismo nada versátil de este país, han vuelto a delegar los mandos en un viejo conductor del camino anterior. No sé si por falta de líderes o por simple comodidad, el caso es que todo sigue su curso tal y como se esperaba, bueno “ahora son fuertes” dice D. Alfredo. Yo no veo cambio alguno en todo esto y si lo hay debe de estar muy escondido entre los amasijos que ha dejado el Sr. Zapatero.

Alguien que nada más llegar al cargo de máxima representación de un partido representativo de la historia de España como el PSOE y dice, “cuando me vaya quiero que me despidan igual que a mi admirado e idolatrado José Luis”, no me merece ninguna confianza. Más bien diría yo todo lo contrario, esté señor ha venido a peregrinar por el sendero de la oposición hasta que le salga un adversario lo suficientemente listo para desbancarle de ese puesto.

Ya puede descansar, el trabajo ya está hecho hasta nueva orden. Sus desvelos a la hora de la siesta ya son historia, el trasiego tan agotador por las federaciones y agrupaciones ha terminado. Las manos bajadas ahora ya no están tan bajas, han quedado simple y llanamente guardadas en los bolsillos.

Tan sólo por un par de decenas de diferencia en los votos no vamos a poder disfrutar de una nueva cara en las noticias relativas al PSOE, deberemos conformarnos con la acuñada en los panfletos que sobraron de las elecciones pasadas. Cuidado ahora Sr. Rubalcaba que tendrá detrás de usted observando cauteloso, algún personaje dispuesto a sancionarle por no reciclar sus intenciones. Ya lo dice el río “vida nueva, ideas ocurrentes”, o algo así.

Juan Antonio Sánchez Campos

 04 Febrero/2012